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Colectivo Juvenil Intercultural "Nuestras Voces "

Entrevista a Efraín Martínez Guzmán, creador de OtomíApp

Por Frida D, César H y David M

 

Efraín Martínez: Mi nombre es Efraín Martínez Guzmán, soy originario de la comunidad de Santiago Oxtoc Toxhié, municipio de Aculco, en el norte del Estado de México. Cuando terminé la preparatoria tuve que abandonar la ilusión de estudiar en una Universidad y surgió la oportunidad de cursar el diplomado que ofrecía en aquel entonces la CDI. El diplomado fue en Pátzcuaro, Michoacán, fue ahí donde tuve la oportunidad de conocer a jóvenes que como tú me han inspirado a saber que se puede, fue como el cimiento, para saber que yo también podía hacerlo; a raíz de eso, con la formación como salvaguarda del patrimonio cultural, inicie la licenciatura en Lengua y Cultura en la Universidad Intercultural Del Estado De México, posteriormente obtuve la certificación como intérprete en el ámbito de administración y procuración de justicia, y se me fueron abriendo puertas en la Comisión De Derechos Humanos referente a mi certificación y a las capacidades lingüísticas que tengo sobre la lengua hñöhñu.

También se me hizo la invitación a traducir la Declaración de los Derechos Humanos, ese es un trabajo que realicé en el año 2020. Ahora trabajo en la asesoría de las personas que desean hacer la solicitud de un proyecto cultural, de comunicación indígena que es un nuevo proyecto de apoyo que proporciona el INPI, en el municipio de Atlacomulco.


Frida González: Quisiera saber cómo es que surge este proyecto, esta App, cuándo surge la idea, cuándo empiezan a trabajar con ella.


Efraín Martínez: OtomíApp nace de la idea de compañeros que crearon Mazahuapp a principios del 2020, me hicieron la invitación a generar todo un corpus de frases, enunciados, palabras, campos semánticos que se agrupan, por ejemplo, animales, colores, saludos, partes del cuerpo, números.

Con la oportunidad y el conocimiento lingüístico me atreví a hacer esto con ayuda de un compañero y amigo Cesar David Cruz Pérez, originario del municipio de San Felipe Del Progreso estudiante de Ingeniería mecatrónica de la UNAM compartiendo ideas, proyectos, tuvimos la iniciativa de crear una App que tuviera el contenido de la forma en la que se habla en la comunidad de donde yo soy, mi comunidad.

Empecé a involucrar a más miembros de la comunidad que son la gente que habla la lengua, explicarles a mis abuelos, que me dedican su tiempo para compartirme su conocimiento, que es algo de lo que nos tenemos que sentir orgullosos y no cerrarnos en nuestro mundo de que sí es de nosotros, pero lo podemos compartir.

Para mí es satisfactorio tener un recuerdo de ellos, una foto, una palabra, videos grabados, fue todo un reto y actualmente ellos saben que su imagen la van a poder ver más personas, vale la pena porque nosotros, a diferencia de ustedes, los hablantes de Hidalgo, que hablan en la calle, en donde se pueda, y nosotros no, mis abuelitos hablan su lengua en su casa y salen al centro del Municipio y no pueden, ellos prefieren no hablar o tratar de hablar en español porque probablemente piensan que está mal o por diferentes situaciones entonces eso es algo en lo que he tenido que meter mano, que se puedan expresar en donde estén. Y yo creo que lo estamos logrando, la gente ya empieza a ocupar su lengua en diferentes espacios, para mí es un gran logro ahora y ahí vamos poco a poquito, atrapando a los jóvenes con la tecnología que es donde están los jóvenes, en el teléfono.


Frida González: Muchas gracias por esta reflexión, y bueno eso nos lleva a la otra pregunta de ¿Qué es lo que te motivó a ti en realizar esta app?


Efraín Martínez: Me gusta mucho visitar a la gente que habla la lengua porque en muchas ocasiones ellos están solitos, voy a la casa de una persona que es mayor, dicen; que sus hijos crecieron, que sus hijos se fueron y que hace mucho tiempo que nadie los visita, entonces, así sea que yo les pregunte cómo se dice gato, algo que yo ya sé, pero ellos se dan cuenta que no están solitos, que hay alguien que le interesa saber sobre algo que ellos saben, entonces cuando dedicaba un domingo entero, de verdad que yo regresaba con un sentimiento muy diferente, ¿qué va a pasar con los jóvenes que no sabemos nada?

Eso de parte de la gente que sabe de dos mundos, aprendieron su lengua y tuvieron que aprender español, ahora la gente de mediana edad escuchan el otomí de otros lugares, me dicen, pues es que no es igual al que nosotros hablamos y me preguntan: ¿tú lo sabes escribir? Escribe esto, tú que sabes, nosotros no sabemos y ese es el encargo de la gente de mi comunidad, aunque sea un pedacito, pues ya es algo. La gente detecta que hay hablantes pasivos que no se pueden comunicar pero que entiende perfectamente, yo les hacía esa pregunta: ¿cómo se dice esto? Y de repente resultaba que ya se les había olvidado, sí lo sabían pero en el momento no, y ellos mismos recapacitaban, "Es que sí sabíamos pero yo creo que ya se está olvidando". Pasaban días y entonces resultaba que sí se acordaban, ellos mismo me decían: "ya me acordé de lo que me preguntaste, se dice así". Y es un ejercicio para ellos, como es que estamos dejando de hacerlo, porque ya no le hablan a sus hijos, probablemente muchos de los jóvenes ya ni siquiera saben que sus papás hablan la lengua.

Entonces son varias cosas las que me motivan a hacer un material de este tipo y sobretodo difundir que acá en el Norte del Estado de México, hay muchas comunidades de muchos estados donde se habla nuestra lengua que se ha olvidado, que nadie ha tomado una foto para decirte en 20 años, esta era mi comunidad o una foto de alguien y en 20 años decirte, él era tu abuelo, por ejemplo, yo no conozco a mi abuelo, me dicen, la gente grande que yo me parezco mucho a mi abuelo, y pues ese es mi reclamo, como no lo conozco ni siquiera en una foto, y es algo que yo hago además de registrar y documentar frases y palabras, en un futuro yo podré decir a las generaciones jóvenes, ellos eran los que hablaban, ellos eran los que sabían, yo creo que es eso lo que a mí me mueve en el trabajo de OtomíApp.


Frida González: También quisiera que nos describieras un poco de lo que se trata la app, cómo la descargas, y qué puedes encontrar.


Efraín Martínez: OtomíApp, está disponible para los dispositivos Android, está en Play Store, se descarga y al principio es una imagen del grupo al que pertenecen los chavos que me ayudaron con la digitalización de la App y una fotografía de mi abuelita, ella es originaria y hablante de mi comunidad.

Aparece un botón que dice comenzar, el nombre de la comunidad, el municipio y la variante que es la denominación que nosotros nos autodenominamos hñöhñu.

Aquí en la parte de la información aparece una reseña etnográfica y ahí habla sobre la palabra "hñohñú" su significado, en la parte de abajo los aspectos geográficos, donde viven los otomíes, en qué municipios y la población que habla esta lengua; un pequeño apartado de los colaboradores de esta app, por ejemplo el trabajo de fotografía es de un amigo que es originario del centro de Aculco, él tiene facilidad de acceso a la tecnología, se dedica a la fotografía y él nos hizo el favor de tomar algunas postales que son representativos para nuestra zona y una pequeña semblanza de un servidor y una foto mía.


Frida González: Muy interesante, de verdad que yo creo que es un esfuerzo bien grande para visibilizar los diferentes pueblos que hay dentro del pueblo hñahñú. Creo que esta ya nos las has contestado pero, ¿por qué crees que es importante esta app?


Efraín Martínez: OtomíApp es importante porque cruza fronteras, está disponible para personas que quizá han tenido que salir del país, hay gente de mi comunidad que ya no vive ahí, que nació ahí, que sabe que sus papás estuvieron ahí, que probablemente sus papás viven ahí y que hace mucho no saben de su comunidad; gente en USA, gente en otros estados y que hace mucho no van, es eso, no olvidar de donde somos, y así como ellos, hay muchos hermanos otomíes de otros lugares que están en otros países. La vida nos lleva a muchos lugares, la lengua realmente puede llevarse a otros espacios, no solamente limitarnos a que la lengua es oral, la lengua también se escribe, tenemos que empezar a escribir.

También que los jóvenes puedan ver que si ellos tienen un proyecto similar, que se atrevan a hacerlo, porque puede que sea muy pequeño el trabajo pero, a final de cuentas, ya terminado ya es algo, es sobre todo esa la importancia de generar materiales digitales.


Frida González: ¿Dónde se ven quizá el año siguiente, o dentro de unos años, a dónde quieren llegar?


Efraín Martínez: Mi ilusión, el sueño que yo quiero hacer realidad, es el de tener un acervo de variantes lingüísticas mínimas, lo que yo quiero es grabar a la gente de otras comunidades que hablan otomí, pero de manera diferente y subirlas aquí, a OtomíApp, de tener por ejemplo el otomí de San Felipe Michoacán, igual allá en el Estado de México hay una variante con pocos hablantes que es el hñötho que colinda con la CDMX, una vez teniendo ese acervo digital, ya es algo que podemos llevar a otros espacios y de otros municipios donde tienen muy poquitos hablantes.


Frida González: Yo creo que sí es un objetivo que van a lograr, que van a llegar más lejos, pues muchas felicidades por este esfuerzo que hicieron en conjunto con otros jóvenes que también es un trabajo intergeneracional y bueno para finalizar, ahora que se viene la conmemoración del día de la lengua materna no sé si nos quieras dar algún mensaje, algunas reflexiones que has hecho, de todos estos años que has trabajado con la lengua.


Efraín Martínez: Yo creo que tenemos que de verdad reflexionar sobre nuestras lenguas originarias, mi abuelita creció con la lengua originaria, esa es su lengua materna. Para muchas de las generaciones jóvenes nuestra lengua materna es el español y no porque ya no sea una lengua originaria deja de ser importante, esa es una lengua que nos permite comunicarnos y que ahí alguna institución ni siquiera lo han reflexionado porque ellos dicen: “ah lenguas maternas”, y la lengua materna es la primera lengua de cada persona. Es importante pues que conozcamos, que reflexionemos ese significado y de que sí estemos trabajando en pro de nuestras lenguas originarias, la lengua materna de nuestros abuelos y de que podamos hacer algo por ellas, pero también para la gente joven que su lengua materna no es la lengua originaria.

Hay mucho por hacer, mucho que conmemorar, y yo creo que más que festejar, ponernos a hacer algo en favor de las lenguas, imagínate, todo un mundo de construcción para poder comunicarnos. Para finalizar agradecerte particularmente a ti, tu amistad y el ejemplo que me brindas.


 
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